Continuará...

17 abril, 2008

 

Anoche apenas pude relajarme, me quedé sentado viendo la tele cambiandola hasta que llegué al cinemax y estaba comenzando una peli. Remains of the Days (creo) con Anthony Hopkins (no recuerdo bien su apellido pero ya saben quien es).

Como la agarré desde los créditos, me propuse al menos ver de que se trataba, esperando a ver que otros actores se incluían e hice una mueca cuando leí Hugh Grant.

Una vez que comenzó no dejé de verla ni un momento, no pude levantarme tampoco porque no habían comerciales y eso ayudó a que no le cambiara.

No es que esté diciendo que la peli sea un peliculón, que qué bruto que peliculón. Es que, como siempre el Anthony genera cierta intriga y te quedas con ganas de saber hacia donde va el meollo de la peli.

Esta se sitúa en una mansión lujosa con mayordomos excelsos y Hopkins es el que la hace del Fiel Mayordomo, del que nunca puede opinar sobre los asuntos de su Señoría, aunque este esté haciendo tratados de paz con ciertas personas dejando entrever algunas cosillas alemanas y mencionar a dictadores que quieren la guerra y esas cosas.

Entonces, Hopkins el excelso y profesionalisimo Mayordomo poca madre, solo se dedica a servir, justo como lo hacía su padre durante 54 años, el cual murió en la misma mansión y aún así el seguía ocupado y sin colapsarse emocionalmente por la pérdida de su padre, siempre comportandose sereno, serenisimo.

No se mete en los asuntos de su Señoría a menos que le pidan su opinión y la dará siempre y cuando tenga certeza alguna de lo que salga de su boca.

Así va la peli, hasta que el ama de llaves lo encuentra solo en su salaoficina en el que según él, es el tiempo que se dedica para él. El mayordomo es acosado apenas y no es capaz de mostrar emociones que vayan más allá de su actitud supermoderada, recta y gentil. El no está para perder el tiempo en otras cosas, el solo está para servir, para aquel que requiera sus servicios.

Así va hasta que la ama de llaves le da la noticia que planea irse de la mansión y dejarle a él tremendo paquetote, ya que el confía demasiado en la profesionalidad de ella y no sabría encontrar alguien más capaz.

Entonces el en vez de detenerla, solo le da sus Felicitaciones con el estilo que caracteriza a un Mayordomo profesional ultramegaverga.

No da ni una.

Justo cuando estaba por irse el ama de llaves, al mismo tiempo se encontraban en la mansión junto a su Señoría hombres intelectuales debatiendo el rumbo de Alemania y a partir de ahí es cuando...

...te suceden cosas que no te dejan más remedio que levantarte del sillón y perderte 5 minutos de "concentrancia peliculera" por nada... porque otra persona no puede o no quiere hacer o porque a huevos quiere que tu lo hagas y a huevos te lo haga por joderte o un etcétera.

Al hacer el "favor" te entretiene un familiar que llegó, un buen rato, y solo quieres ver que pedo con la peli. No tanto lo que va a pasar con su Señoría, no tanto lo que han decidido con el tratado de Versalles, no tanto la Ama de llaves, etc... ¡Sino que pedo con el Mayordomo y hasta cuando la peli va a tomar un rumbo certero!

Regresas, para voltear a ver la tele, la peli, y pasas de largo a la cocina. Le das un vistazo a la cena que mandaron y le dices a tu Hermana: Guárdala, yo ya me voy a dormir.

Pinche fregona.

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Ya sé que le hago al pedo, pero es bonito enfatizar la distracción que puede originar una película, no tan que que bruto, pero al menos interesante y que por un pedito te pierdas quizás una escena clave o la definitva que te haría decir ¡aaahhh la vergaaa!

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Luego rento la peli, para volver a verla sin parpadear. ¡Argh!

1 comentarios:

Unknown dijo...

Pues no he visto la peli, y tienes razón todas las pendejadas que pueden pasar en un sólo despiste.

Saludos